De clases diferenciadas y clases de
cincuenta alumnos a enseñanza mixta y la mitad de estudiantes por aula.
Cincuenta años dan para muchos más cambios y si no que lo pregunten en la barriada
Juan XXIII, que ve como el colegio público en el que se criaron cumple este
año medio siglo. El centro prepara actividades para conmemorar la efemérides y
recurre a patrocinadores privados para sufragarlas.
La historia del colegio Juan XXIII
está ligada a uno e los hechos más luctuosos del pasado reciente de Sevilla. La
riada del Tamarguillo anegó tres cuartas partes de la ciudad, 30.176 vecinos
perdieron su hogar y más de 29.386 viviendas quedaron inservibles. La respuesta
de las autoridades se concreta en la construcción de una nueva barriada que
tomaría su nombre del Papa Juan XXIII. En 1984 se entregan las llaves a
los nuevos inquilinos y un año más tarde, un 26 de abril, se abren las puertas
del colegio público del mismo nombre para atender a estudiantes de muchos otros
barrios de la ciudad.
En sus orígenes, el colegio ofrecía
enseñanza diferenciada: en un bloque los niños y en otro las niñas; y las
clases han visto menguar el número de alumnos hasta llegar progresivamente a
los 25 actuales, la mitad que hace cincuenta años. Lo que no ha variado es el
compromiso con la educación y la cultura del barrio en el que se radica. Bajo
el lema «El valor de lo público», el centro mantiene abierta sus puertas
a todas las demandas culturales y recreativas de su entorno social.
Tanto es así que el colegio ha
llegado a convertirse popularmente como el centro cívico de la barriada,
acogiendo numerosos talleres del distrito Cerro Amate o, en algunos
casos, ser la sede de asociaciones, como la de mujeres «Rosa Chacel» o la de
antiguos alumnos, el centro de adultos o Jacaranda.
A lo largo de los 50 años, el centro
ha ido adaptándose a los nuevos tiempos y mutando su diseño. Más allá de ser un
centro equipado con tecnología de la información y comunicación, los nuevos
alumnos pueden disfrutar de una pista polideportivo, biblioteca, aulas de
educación especial o informática, comedor escolar.
En la actualidad, el centro ofrece
aula matinal, clases de infantil y primaria, comedor escolar, actividades
extraescolares y clases de adultos a más de 150 alumnos de Educación Infantil,
350 de Primaria y otras 200 de educación permanente. El colegio destaca desde
el año 1985 por ser uno de los pioneros en la atención al alumnado con
necesidades educativas especiales.
Docentes y alumnos han visto
reconocida su trabajo en varias ocasiones. Así, los estudiantes han cosechado
éxitos en los diferentes concursos en los que participa como los premios
Ejército, Taller de Radio, ¿Qué es un Rey para ti? o en las Olimpiadas
Matemáticas.
Pero la gran celebración llegará con este
cincuenta aniversario para el que el centro ya prepara numerosas actividades
como exposiciones, la edición de una revista, un vídeo o una cápsula del
tiempo. Actividades que requieren del apoyo de patrocinadores privados. La cita
será el 8 de mayo, día en el que se reunirán en el centro muchas
familias del barrio y generaciones de alumnos y profesores.
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