Como enseñar a nuestros/as hijos e hijas a lidiar con la frustración, y aprender nosotros como tratar con las rabietas y los celos.
TOLERAR LA FRUSTRACIÓN
‐ La frustración surge ante la imposibilidad de satisfacer los deseos.
‐ Las frustraciones bien asimiladas ayudarán a su hijo a crecer y desarrollar
recursos ante las dificultades que se les presenten.
‐ La mejor manera de educar en la tolerancia a la frustración es mediante el uso
responsable del “No” por parte de sus padres.
‐ Establezca límites razonables a las peticiones de su hijo/a y diga “No” a las
demandas/ exigencias inadecuadas.
‐ Decir “No” también es cuidar. El cuidado empieza poniendo limitaciones a los
caprichos de su hijo/a.
‐ Explicar progresivamente a su hijo/a las razones y motivos por los que se les
dice “No”.
‐ Mantenga una postura firme y no se deje convencer ante la insistencia de su
hijo/a.
‐ Enseñe a su hijo/a a aceptar que no siempre puede conseguir lo que desea.
‐ Haga ver a su hijo/a que el fracaso forma parte de la vida y que supone una
oportunidad para aprender.
RABIETAS
‐ Ante la primera rabieta responda con calma pero con determinación. Lleve a su
hijo a un lugar donde no pueda entretenerse ni romper nada (recibidor, en una
pared del pasillo, etc.) y mantenga esta situación un tiempo prudencial y
adecuado a su edad.
‐ Cuando su hijo/a esté más tranquilo, hable con él pero sin dejar que consiga lo
que quería.
‐ Actúe de la misma forma sea cual sea el lugar en el que se produzca, sin
avergonzarse si esto ocurre en un lugar público.
‐ Su hijo/a debe entender que las consecuencias de sus rabietas van a dejar de ser
positivas y van a empezar a ser negativas.
‐ Ante las primeras señales de que la rabieta va a producirse puede advertir a su
hijo/a de las consecuencias negativas de ello.
‐ Ignorar su queja puede ser eficaz. Evite reforzar este comportamiento con su
atención.
CELOS
‐ Ante la llegada de un nuevo miembro a la familia (nacimiento, adopción, otra
pareja , etc.) es importante informar al niño con una explicación comprensible
para su edad y hacerle partícipe preparándole para el cambio.
‐ Transmitir a su hijo/a que el amor que siente hacia él/ella no va a disminuir
jamás y hacerle ver las ventajas de la nueva situación y las nuevas actividades
que se podrán realizar.
‐ Entender que puede cambiar su actitud y que puede tener comportamientos que
ya había superado con la edad.
‐ Dedicar un tiempo a solas con su hijo/a para hacerle sentir que sigue siendo
importante.
‐ En el caso de celos entre hermanos evitar hacer comparaciones entre ellos y
destaque las virtudes de cada uno de forma separada.
‐ Tenga en cuenta que muchas veces los hermanos buscan con las peleas la
inculpación del otro de manera que el padre/madre lo riña o sancione. Estas
conductas en la mayoría de los casos no requieren intervención porque de ellas
pueden aprender a competir, tolerar y/o cooperar.
(fuentes: D. Javier Urra Portillo. Psicólogo y primer defensor del menor)